Posted on September 14, 2015 by Cristina Loboguerrero in El Diario El Diario, By Cristina Loboguerrero La policía de Nueva York implementó una práctica en la que se obliga a los jefes de las comisarías a que informen a sus superiores sobre los problemas de los desamparados que se registran en cada una de sus zonas. Una medida que en opinión de los que luchan a favor de los que no tienen hogar no es la solución para resolver la situación. Según se confirmó desde hace algunas semanas en el rastreo se incluyen los casos en que los mendigos son agresivos y los crímenes que se presentan en los refugios para desamparados. Una vez recabada la información, es enviada a los cuarteles centrales de la Policía en el Bajo Manhattan para luego ser analizados.